Las uvas de este vino provienen de un viejo viñedo de uva Semillón plantado en 1.938 ubicado en Perdriel, en la margen sur del Río Mendoza, Luján de Cuyo.
La edad del viñedo y su ubicación en suelo franco-limoso, logran un vino de un color amarillo dorado con tonos verdosos.
El aroma intenso y equilibrado recuerda a membrillos y duraznos y un incipiente aroma a miel que se irá acentuando con el añejamiento.
En boca presenta una gran untuosidad balanceada con una buena acidez natural que resulta en un vino con gran cuerpo, buena estructura y gran persistencia en la boca. Debido a esto tiene gran potencial de añejamiento.
Es un vino que acompaña pescados, mariscos y carnes blancas.